La aventura que os explicare trata sobre dos aventureros. Diego y Carlos los dos tenían 32 años. Solían irse mucho a explorar diferentes partes del mundo. Esta vez les tocaba irse al desierto, sabían que seria duro por las altas temperaturas, pero estaban preparados para todo. Tenían pensado hacer un recorrido por los desiertos de Egipto.
Madrugaron y iniciaron la aventura, salieron a las cinco de la mañana ya que solo tenían previsto ir a explorar un día por el peligro que tiene el desierto.
Y así fue salieron temprano, las vistas eran increíbles, el amanecer en el desierto les dejó alucinados. Sobre las 10 ya empezaban a estar cansados, el calor era agotador. Decidieron parar un rato para coger fuerzas, mientras estaban sentados bajo la sombra de los camellos que les acompañaban. Carlos vio a un metro una víbora, justo delante de ellos quieta mirándoles. Carlos sin mover ni un dedo aviso a Diego, les tenia pánico y al verla se levanto y se fue corriendo. La víbora salto sobre Carlos pero el la pudo esquivar rápidamente se subió al camello y intento ir a buscar a Diego.
Estuvo horas buscando a Diego pero no hubo manera de encontrarlo. Empezaba anochecer y Carlos ya agotado y triste decidió ir al lugar donde se refugiaban. Aunque iba con esperanzas de que quizás supo llegar al refugio. Y cuando llego ahí estaba Diego esperando, hacia poco que había llegado, cuando se vieron se dieron un gran abrazo y se comenzaron a reír del pequeño susto que se dieron. Y esta fue la aventura que tuvieron en los desiertos de Egipto.
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